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domingo, 7 de junio de 2015

Los tres lobitos y el cerdo voraz






Eran tres hermanos lobo que vivían en una pequeña aldea. Los tres trabajaban en el campo y eran muy felices. Sus tierras daban buenos frutos. El cielo era azul y las aguas del río cristalinas.
Un día vino un cerdo muy gordo vestido con una chaqueta muy elegante, un sombrero de copa y fumando un gran puro. Pronto descubrieron que aquel tipo iba a ser su vecino. El cerdo levantó una fea fábrica con una chimenea muy muy alta por donde salía un humo muy muy oscuro. El cielo se volvió morado y el agua del río negra.
Los tres hermanos lobos comprobaron que sus cultivos ya no tenían la apariencia de antaño. Las plantas estaban marchitas, apenas daban frutos. Entonces decidieron ponerle un gran tapón a la chimenea de la fábrica. Así, aprovechando la oscuridad de la noche, mientras el gran cerdo dormía, subieron a la torre y taparon su boca sin que se enterase.
Al día siguiente, temprano, el ruido de las maquinas empezó a sonar, y el humo a subir por la chimenea. Pero como estaba tapada, terminó por explotar llevándose todo por delante.
Después de la explosión, comenzaron a llover salchichas. Caían cientos de ellas sobre el campo. Y los tres hermanos corrieron por cestas para recogerlas. Desde aquel día, los lobos dejaron de ser vegetarianos.
Con el tiempo, la maleza se fue apoderando de las ruinas de la fábrica. El cielo recuperó su color azul y el agua perdió el negro.